Este sábado en horas de la mañana bajo un estricto protocolo sanitario, se procedió a la ceremonia religiosa en la iglesia San Francisco donde fray Sebastián Robledo fue el encargado de presidir el responso cristiano acompañado a parte de familiares, amigos y músicos, contó con la presencia del el Presidente del Instituto de Cultura, Gabriel Romero; el Director de la Dirección de Artes Escénicas, Música y Artes Audiovisuales, Eduardo Sívori; la diputada nacional, Ingrid Jetter y referente del género musical. Seguidamente se procedió el camino al cementerio San Juan Bautista donde descansará en paz en el panteón de su familia, así el féretro fue acompañado por una caravana de autos para darle el último adiós a “La novia del Paraná”. Por otro lado, se espera que en los próximos días se grabará en el Teatro Oficial Juan de Vera un concierto homenaje a Ramona Galarza, quien falleció el martes último. El espectáculo contará con la participación de un ensamble de la Orquesta Folklórica de la Provincia que incluirá a Valeria Gómez, Aurelia del Valle, Verónica Noguera, y Elena Godoy. También sumarán sus voces Gicela Mendez Ribeiro, Susy de Pompert, Florencia de Pompert, Belén Majul, Marta Toledo y la Pareja Nacional del Chamamé: Lourdes Montenegro y Jonatan Roth. En la oportunidad, el Presidente del Instituto de Cultura, Gabriel Romero, recordó a la referente en su última participación en la 30°Fiesta del Chamamé, donde “fue muy importante su presencia ya que aporto muchísimo al género y a través de su llegada artística fue una de las pioneras”. Hizo lo propio, el Director de la Dirección de Artes Escénicas, Música y Artes Audiovisuales, Eduardo Sívori quien expresó “dejo una huella como artista y como representante de la correntinidad, donde jamás se olvidó de su suelo” y agregó “Ramona siempre fue fiel al Chamamé y verla era un motivo de fiesta”. Asimismo, es preciso destacar que la figura extraordinaria de la música argentina de raíz folklórica, Ramona Galarza fue la gran voz femenina que puso a la música del Litoral en un lugar destacado para el gusto del público masivo, quien entró en los canales de circulación del folklore en épocas del “boom” del género, fortalecida por un componente distinto y trasgresor: una mujer, joven y bella, se presentaba cantando un ritmo históricamente discriminado por prejuicios culturales, relegado en la avanzada folklórica de éxito en la época como lo fue el chamamé.
- Matias Sanchez
- Corrientes