A través de una aplicación, un equipo de investigadores del Conicet evalúa los efectos que provocaron los incendios en Corrientes y Misiones. Los trabajos, que comenzaron hace 20 días, reflejan un importante nivel de mortalidad en especias medianas y pequeñas, así como también una recolonización de especies que escaparon de su hábitat para resguardarse y hoy corren peligro.
Los incendios que se registraron en las provincias de Corrientes y Misiones desde el mes de enero impactaron en poblaciones de especies amenazadas. Un grupo de investigadores y técnicos del Conicet iniciaron un proyecto colaborativo -que involucra a varias instituciones públicas y privadas- para evaluar los efectos de este desastre en los animales vertebrados.
“La idea es tratar de evaluar la mortalidad de vertebrados, peces, anfibios, ranas, sapos, reptiles, aves y mamíferos. Muchos de estos animales están en peligro de extinción, son los animales más conspicuos y que más puede alcanzar el fuego y se puede evaluar la mortalidad”, explicó a AIRE el doctor Alejandro Giraudo, especialista del Instituto Nacional de Limnología Conicet/UNL (Inali), que participa del estudio.
La iniciativa busca estimar la densidad de animales muertos por los incendios, en particular de especies amenazadas o en peligro de extinción y de algunas que fueron recientemente reintroducidas en la ecorregión del Iberá. Para esto, utilizan una aplicación para teléfonos celulares que permite tomar información geo localizada en terreno y generar automáticamente una base de datos. La aplicación fue desarrollada por el Conicet de Río Cuarto.
En Corrientes los incendios afectaron cerca de un millón de hectáreas, de las cuales la mayoría pertenecen al Parque Nacional Esteros del Iberá, un área protegida de un millón trescientas mil hectáreas que alberga a especies amenazadas y otras que estaban tratando de reintroducir que ya había estado extinguidas Para este trabajo se emplea una metodología similar a la que se usó en un estudio sobre los efectos de los incendios en la región del Pantanal brasileño en 2020, que reveló que 17 millones de vertebrados murieron calcinados durante esa catástrofe, incluyendo mamíferos de gran porte como monos y ciervos, hasta pequeños reptiles y anfibios. La medición se realiza con una aplicación implementando censos por transectos lineales, a través de una línea de trayectoria que realiza el investigador en el terreno mientras recolecta los datos, se fotografían las especies muertas y se evalúa la mortalidad. El estudio comenzó hace más de quince días y, tras haber recorrido entre 200 a 300 kilómetros, los investigadores ya pueden evaluar las consecuencias. “Se observa mucha mortalidad, sobre todo de mamíferos pequeños y medianos. También en algunos lugares donde el fuego ha sido muy fuerte, la mortalidad es grande y posiblemente afecte a millares de individuos”, reiteró Giraudo.
La aplicación permitirá determinar no solo cuántos animales se perdieron, sino también saber lo que pasó y el impacto que tendrán los incendios. ”Estos ambientes iniciarán una recuperación que en algunos casos será más rápida como los pastizales y humedales, en otros casos será más lenta como en el caso de los bosques”, explicó Giraudo. La herramienta que se utiliza es un sistema de información geográfica que una vez que se enciende el dispositivo se capta satelitalmente, cuando se transita por las zonas quemadas con el dispositivo, al encontrar un animal muerto se toma una foto. La imagen queda en un archivo, con una referencia satelital de la ubicación. A su vez, mide automáticamente a cuanto está el animal del lugar donde se caminaba Dentro de esa recuperación tocará analizar cómo se recolonizará la fauna, ya que durante los incendios hubo animales que se trasladaron o lograron salir del fuego y hoy quedaron sin hábitat o en puntos nuevos. “Estos pueden ser cazados o depredados, también pueden sufrir falta de comida o lo que necesiten para subsistir, por lo que este impacto se prolonga en el tiempo”, Para el investigador lo más importante es evaluar la situación y evitar que se generen nuevos incendios. En ese sentido, el investigador recomendó trabajar de manera sistémica entre todos los sectores (gubernamentales, científicos, productivos) para trabajar en la infraestructura y la capacitación para evitar nuevas tragedias ambientales.
Esta iniciativa generará no solo un conocimiento fundamental para el manejo de los ecosistemas del noreste de Argentina, sino que además fortalecerá los lazos entre las numerosas instituciones que participan. Los grupos del CONICET que forman parte de este proyecto pertenecen –además del INALI-, al Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET - UNaM), el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET - UNNE), el Instituto de Ciencias de la Tierra, Biodiversidad y Ambiente (ICBIA, CONICET -UNRC); quienes trabajan en forma conjunta con el personal técnico de la Administración de Parques Nacionales (APN), la Dirección Nacional de Biodiversidad del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación (MAyDS), el Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA) y la Fundación Vida Silvestre Argentina.
Fuente: airedesantafe