Este 25 de mayo se celebra el 109° aniversario de la inauguración del actual edificio del Teatro “Juan de Vera”. Por su arquitectura, su excepcional acústica, su historia y la jerarquía e intensidad creciente de su programación está considerado como un teatro de referencia en nuestro país.
El actual edificio del teatro se halla ubicado en el mismo predio en el que se construyó el edificio original, al que se llamó también “Juan de Vera”, terreno adquirido según la Ley de ventas de tierras públicas del 11 de febrero de 1859 en la que se autorizó su venta, estableciéndose que lo recaudado sería utilizado “para la construcción de un teatro en la traza de la ciudad”.
El 9 de julio de 1861 se inauguró el primer teatro con la obra “Borrascas del corazón” de Tomás Rodríguez Rubí y una pequeña pieza musical llamada “Una casa constitucional”, ambas representadas por la Sociedad de Artistas Dramáticos Españoles. Actuaron posteriormente en aquel teatro renombradas compañías que al hacerlo en Buenos Aires y Asunción del Paraguay, incluían también a nuestra ciudad como parte de su gira. Así actuó en el año 1862 la Prima Donna Madame Deperrini, cantando arias de Gaetano Donizzetti.
Emerge un coloso cultural
En el año 1906 se autorizó la enajenación del primitivo teatro y lo producido de su venta se destinó a la construcción de un nuevo edificio. En 1907 fue demolido el antiguo y en el mismo sitio se autorizó la construcción del nuevo, tomando como base uno de los tres proyectos presentados por el arquitecto Atilio Locatti, el que fue modificado en obras por el arquitecto Carlos Milanesse, responsabilizándose al constructor Antonio Samela de la dirección de las obras civiles.
El edificio actual se inauguró el 25 de mayo de 1913 con la ópera “Aída”, de Giuseppe Verdi, por la Compañía Opera Marranto.
El teatro se concedió al señor Carlos María Dodero para su explotación por 25 años, a cambio de que el nombrado terminara el edificio y lo pusiera en funcionamiento.
Después se concedió el uso, ocupación y explotación de la terraza-confitería anexa.
A pesar de ser un teatro concebido para el género lírico, cumplió diversas funciones como la de cinematógrafo. Los programas se conformaban de dos partes: la proyección de un filme y un intermedio musical o poético, el que en muchas de las obras estaba dedicado a damas de nuestra sociedad.
Se realizaron asimismo brillantes bailes de carnaval, tal como era costumbre en los 60’. Para el uso se quitaban las butacas y se nivelaba la inclinación de la platea y el escenario. Un diario de la época comentaba “…la sala profusamente iluminada por miles de foquitos de variados colores; pues estaban iluminadas las guirnaldas de platea, palcos altos, cazuela, paraíso y las dos de la cúpula, desde donde pendía un enorme armazón envuelto completamente en serpentina y de la cual colgaban numerosos juguetes…”.
Bailes de carnaval en la sala del Teatro “Juan de Vera”
En el mes de julio del año de su inauguración, Dodero contrató al profesor Amleto Viola como pianista y director de la Orquesta del teatro, con el objeto de amenizar los entreactos de las funciones de cine, acompañar con su orquesta a las compañías de ópera o zarzuela que se presentarían en el teatro y deleitar al público con su música en el bar-terraza en los vermouth concert, a los que asistía lo más granado de la sociedad correntina.
En el año 1936 se le otorgó la concesión del teatro al señor Fernández Capurro, concesión que caducó en el año 1943. De este modo, la propiedad del edificio pasó a la Municipalidad de la Ciudad de Corrientes, la que al año siguiente la cedió al Gobierno de la Provincia como pago de una deuda contraída con este (en 22 de agosto de 1946). Se estableció su sistema de financiamiento y explotación dependiente del Ministerio de Gobierno, Justicia y Educación.
La actividad artística
Desde su inauguración en el año 1913 han pasado por el Teatro Juan de Vera diversas y prestigiosas compañías como la de María Guerrero y Fernando de Mendoza –la más importante de las de habla hispana en ese momento-; la ya histórica de Pablo Podestá, con Orfilia Rico y Enrique de Rosas, la de Pagano Lucasse, encabezada por la gran Angelina Pagano, la de José Gómez (el gran intérprete de Ibsen); las compañías españolas Díaz Perdiguero de comedia y la Arce Barreta de zarzuelas y operetas, que visitaron con frecuencia la provincia.
En el escenario se presentaron grandes figuras del Colón de los años ’50. En los 60’, los Títeres de Podreca, los Niños Cantores de Viena, y el Coro y Orquesta de UTAH, así como conjuntos teatrales, musicales y sinfónicos corales. En los 70’, la temporada 1978 alcanzó el nivel de mayor significación con la presentación de la más grande bailarina del Teatro Bolshoi de Moscú, Maya Plisetskaya, acompañada por Nicolai Verdichev y Natalya Guerduchova; posteriormente lo hicieron los grandes bailarines Ekaterina Maxímova y Vladimir Vasiliev, Nadezhda Pavlova y Vyacheslav Gordeyev, o nuestras estrellas Olga Ferri, Liliana Belfiore, Silvia Bazilis, Maximiliano Guerra y Julio Bocca. Además, los ballets de la Ópera de Kiev, de Dallas (EE UU), del Cáucaso, de Tahití, de Senegal, del Teatro Coreográfico de Nantes, entre otros de gran relevancia internacional.
Sus temporadas incluyeron producciones propias y elencos invitados en los géneros música, ballet, teatro y de espectáculos infantiles, además de las actividades de extensión cultural que abarcaban ciclos de cine y video, conciertos didácticos, visitas guiadas, cursos técnicos, conferencias y exposiciones en el hall. En los últimos años se logró mantener un promedio de 200 realizaciones anuales y de 40.000 concurrentes a sus actividades.
La danza
En los 60 y 70 el gusto por lo teatral había cedido lugar a la apuesta coreográfica, lo que reafirmaba la pasión de los correntinos por la danza coincidentemente con el nacimiento de las más grandes comparsas de los carnavales correntinos. La labor docente de la maestra Nity T. de Cigersa y de quienes le sucedieron seguramente incidieron en este fenómeno.
Danza Libre®: un gran proyecto nacional de inspiración federal
En 1984 se abre un capítulo especial en la historia del teatro y de la danza: inicia Danza Libre®, como un programa propuesto originalmente para ofrecer nuevas posibilidades de expresión a bailarines de la región, adquiriendo proporciones y trascendencia inimaginables en aquel momento para un acontecimiento realizado en el interior del país. Esto determinó que en 1990 se declarara a Corrientes sede permanente de la Fiesta Nacional de la Danza. La convocatoria estuvo abierta a todas las compañías oficiales y grupos independientes del país. Convocaba anualmente entre seiscientos y mil artistas que integraban alrededor de sesenta elencos nacionales e internacionales vinculados con el quehacer coreográfico en todos sus estilos. Durante diez años ininterrumpidos, Danza Libre permitió a toda la región disfrutar no solo de espectáculos de danza de la máxima jerarquía, sino también de un programa abarcativo de actividades con eje en ella, como el foro de coreógrafos, clases magistrales a cargo de renombrados maestros y coreógrafos, exposiciones en los museos, concursos de croquis y fotografías, ciclos de videos de danzas, conferencias, debates y encuentros. La ciudad estaba “invadida” por centenares de artistas y visitantes que configuraban una inesperada demanda de turismo Cultural.
La propuesta logró el interés de los más importantes artistas y compañías nacionales e internacionales –oficiales e independientes-, como Julio Bocca, el Ballet Contemporáneo del Teatro Municipal General San Martín, el Ballet del Teatro Colón, el Ballet Folclórico Nacional, Nucleodanza Buenos Aires, El Descueve, además de las representaciones oficiales de todas las provincias.
Desde el exterior fueron asiduos visitantes el Ballet Municipal de Santiago (Chile), el Cisne Negro Compañía de Danza (San Pablo, Brasil), Rubens Barbot la Compañía Negra de Danza (Río de Janeiro, Brasil), El Ballet Phoenix, el Grupo Ptersi y el Grupo Balletto (Porto Alegre, Brasil), el Ballet Clásico de Caracas (Venezuela), Ballet Folclórico de la Universidad Autónoma de México, el Ballet Nacional del Paraguay.
Los medios de la región le dedicaban páginas y suplementos especiales; las revistas especializadas y los medios nacionales destacaban enviados especiales. En 1992 –coincidentemente con las inundaciones históricas en la zona- el ciclo “Historias de la Argentina Secreta” le dedicó un programa especial para reflejar el “detrás de la escena” de este singular fenómeno nacido en Corrientes.
La actividad teatral
Por diversas razones, el teatro de prosa no tuvo un lugar comparable a la danza en décadas pasadas, pero las obras presentadas en nuestro coliseo fueron de gran calidad. Debemos destacar el invalorable aporte de la Comedia Nacional que durante varios años visitó el teatro, con obras como “Edipo Rey”, “Martín Fierro”, “El Conventillo de la Paloma”; y los estrenos nacionales efectuados por ella en Corrientes: “Un guapo del 900” y “Mattinata”, además de grandes comedias musicales como “El diluvio que viene”, “Drácula” y otras producciones nacionales privadas en gira.
En una acertada valoración del movimiento teatral independiente, el Juan de Vera ha brindado en forma constante la sala a diversas agrupaciones teatrales de nuestro medio y la región. Muchas de ellas nacieron y se desarrollaron en su escenario como el Teatro Vocacional Corrientes que en el año 1947 estrenó en esta sala su primera obra, “El señor maestro”, de José Berutti. Esta compañía continúa con sus presentaciones hasta la actualidad.
A partir de los 80’ el teatro de prosa fue recuperando su espacio dentro de la programación. Se trabajó intensamente con programas como el de Formación de Nuevos Públicos ciclos tales como: Lo Mejor del Teatro Regional y la Programación Infantil, junto al Festival Internacional de Teatro organizado juntamente al INT, y que apuntalan el proceso desde la difusión de propuestas de excelencia.
La difusión del cine
En lo referente al cine, desarrolló una intensa actividad, estrenando y proyectando filmes en 35 mm. que ya pertenecen a la Historia del cine grande como “Luces de mi ciudad”, de Chaplin, o “Noche de circo” de Bergman; albergó también cines culturales y proyectó ciclos de divulgación educativa y científica.
El 8 de abril de 1958 estrenó su equipamiento de Cinemascope, de 4 bandas de sonido estereofónico y magnético, equipo que permitió proyecciones en ese sistema, Superscope y Vistavisión, con la pantalla Perlux nacarada de perfecta visión y luminosidad. Este equipo fue, en su momento, el mejor de Sudamérica. En los 70’ el Cine Club Universitario promovió una sólida y muy recordada programación de “cine arte”.
Actualmente, y desde 2007, el Departamento de Cine de la Dirección de Artes Escénicas, Música, y Artes Audiovisuales ha sostenido un ciclo de Cine Nacional -con material provisto por el INCAA- a lo que se suma un espacio de exhibición y encuentro de la producción audiovisual independiente de la región.
El edificio. Monumento Histórico Nacional
La fachada de estilo Belle Epoque (1900) es de una organización clara y simétrica, dividida en tres niveles coronados por un friso con esculturas alegóricas. El acceso al hall se efectúa por una escalinata de mármol cuyo descanso es protegido por una marquesina de hierro bellamente trabajada que soporta el balcón central, jerarquizando ambos la entrada principal.
El hall del teatro es de reducidas dimensiones, con paredes revestidas de mayólicas en tonos ocres y tierra, iluminados por hermosos apliques de bronce cuyo tema principal es una máscara leonina con las fauces abiertas. Se destaca la gran araña central del mismo estilo y material.
La planta del edificio se estructura a partir de la forma en herradura de la platea, rodeada por los palcos bajos y tertulias, superponiéndose 3 niveles: los palcos altos, la cazuela y el paraíso, soportados por columnas corintias. El frente de los palcos está decorado con máscaras y guirnaldas alusivas al arte teatral.
El espacio de la sala está coronado por una cúpula corrediza, que permite funciones a cielo abierto; el cielorraso cóncavo que sostiene el tambor de la cúpula estuvo pintada con una reproducción de la pintura de Guido Renni, El carro de la Aurora. Con el tiempo las mismas se deterioraron y fueron repintadas con una base blanca. En el año 2005, luego de décadas de permanecer en este estado, el cielorraso fue decorado por el arquitecto José Antonio Ramírez, su actual director, con temas de la mitología guaranítica y de la vida cultural de Corrientes.
La capacidad actual de la sala, con buenas visuales, es de 684 localidades distribuidas en 316 plateas y tertulias, 14 palcos bajos con 56 localidades, 18 palcos altos de 72 localidades y 240 ubicaciones más entre las galerías (cazuela y paraíso).
Resulta imprescindible destacar que su impecable acústica –sin dudas, la mayor virtud técnica de la sala- fue permanentemente ponderada por célebres directores de orquesta como Robert Shaw, o los de la Ópera de Viena y la Sinfónica de la ex República Democrática Alemana, y por destacados músicos como W. Malkusinsky, Pía Sebastián, Astor Piazzolla, Luís Ascot, Atilio Stampone o Rodolfo Mederos.
Aspectos Técnicos
El escenario a la italiana tiene 12 metros de boca por 10 metros de profundidad con un declive del 3% y un proscenio de 2 metros, además de un foso de la orquesta. La tapicería escénica y la mayor parte del sistema de iluminación están suspendidas de una parrilla ubicada a 18 metros sobre el nivel del escenario.
El 27 de marzo de 1981 se inauguró el reequipamiento técnico que en esa época lo colocó entre los mejores dotados del país. Se modernizaron los sistemas de audio, iluminación, maquinaria y tapicería escénica. El equipo de iluminación alcanzó el número de 180 artefactos especiales. Para el control de los mismos se lo dotó de una mesa de mando digital programable.
La Recuperación de 2005. Desde el S.O.S. Vera en septiembre de 2003
El Teatro Juan de Vera encarna como ninguna institución los momentos de apogeo y esplendor de la cultura correntina, pero también sintetiza los períodos de decadencia, abandono y mal entendido populismo.
Tras su sólida fachada, bajo su incomparable acústica, el Teatro Vera requería impostergables trabajos de recuperación. Tanto en la faz edilicia como en aspectos técnicos que hacen al corazón de su actividad, el prolongado desfinanciamiento había hecho mella en la calidad de sus prestaciones.
Y si el Vera era de la comunidad, la propia comunidad debía encabezar su rescate. Sería una poderosa señal de que Corrientes estaba en pie y se hacía cargo de su destino. Fue así que, en septiembre de 2003, con un fuerte protagonismo comunitario, la Subsecretaría de Cultura de la Provincia proponía la “Campaña S.O.S. Vera” para el recambio de las butacas de platea. Era el comienzo de un proyecto de recuperación integral de nuestro primer coliseo que el Gobierno de la Provincia decidió ejecutar desde su edificio y desde el orgullo de los correntinos.
Las obras que se inauguraron, casi con carácter de refundación, lo reposicionan nuevamente entre los mejores del país. Además de la puesta en valor como edificio histórico, y de la infraestructura de seguridad y comodidades para el público y los artistas se ha iniciado la incorporación de dispositivos y equipamiento técnico de última generación que abren las puertas a otra dimensión de puestas escénicas. La materialización de una visión de servicio al espectador o visitante en particular y a la comunidad en general, es una decisión tomada en la política de recursos humanos diseñada para la sala.
La Reinauguración de 2005: “Hoy como ayer, pero con la tecnología, confort y seguridad actual”
El Gobierno de Corrientes, consciente del valor patrimonial de esta obra y frente al estado en que se encontraba, encargó a la Dirección de Planificación y Obras, los trabajos necesarios para su puesta en valor.
Profesionales, técnicos y empresarios del medio aunaron esfuerzos para el logro del objetivo de respetar el diseño y sistema tecnológico-constructivo original, incorporando los sistemas de protección y confort que los tiempos actuales demandan y que el 8 de diciembre de 2005 se puso a disposición de la comunidad:
Reposición de cubierta y puesta en funcionamiento de la cúpula deslizante. Restauración total de cielorrasos, revoques, molduras y carpinterías; remodelación de sanitarios; tratamiento y pintura general del interior; reemplazo del piso de madera de platea, palcos, antepalcos y reposición del solado en cazuela, paraíso, accesos y circulaciones públicas; retiro y colocación de nuevas butacas en platea; recuperación parcial de las antiguas butacas y reubicación en pisos superiores.
Proscenio: definición del sector mediante un sistema hidráulico que amplía el foso de la orquesta; relocalización del control de sonido, iluminación y sala de proyecciones; retapizado del apoyabrazos de los balcones de la sala; instalación eléctrica e iluminación interior y exterior; reemplazo de mármoles de la escalinata de acceso y reposición de piezas deterioradas en la balaustrada; tratamiento de paredes medianeras y reemplazo del solado de acera; restauración de marquesina, figuras y relieves moldurados del frente; tratamiento y pintura general del exterior; instalación de aire acondicionado central frío-calor; sistema de detección y de servicios contra incendios.
Torre de escape contra incendio; renovación integral del sistema de sonido escénico incorporando el concepto “line array” (arreglos en línea); renovación y ampliación de la planta de iluminación escénica incluyendo artefactos robotizados.
Relocalización del sistema de contrapesos de la maquinaria escénica.
Renovación integral del solado de escenario, incluyendo nivelación y recalce de la estructura de sostén.
Tratamiento de los muros perimetrales bajo escenario.
Restauración integral salas de ensayo detrás de escenario con sus instalaciones, incluso incorporación de vestuarios, sanitarios y aire acondicionado.
Construcción de nueva sala de ensayo con sus sanitarios, vestuarios y aire acondicionado.
Nos queda la responsabilidad de velar por su conservación permanentemente, mantenerlo actualizado en tecnología y sobre todo colmarlo del mejor contenido, preservándolo como el espacio consagratorio por excelencia de las artes escénicas de la región para el disfrute de toda la comunidad.