El Ministerio de Salud Pública, a través de la Dirección general de Epidemiologia y Patologías Regiones y sus dependencias Vigilancia Epidemiológica y Dirección de Enfermedades Zoonóticas, brinda recomendaciones, para evitar la Leptospirosis, también conocida como Fiebre de los Pantanos o del Fango, ya que una de las formas de adquirir esta enfermedad está ligada al agua, a terrenos húmedos, anegados y posteriores a inundaciones.
La Leptospirosis es una enfermedad bacteriana que afecta a animales y a humanos. La bacteria se denomina leptospira, un microorganismo con forma de espiral del cual existen varias especies.
Las ratas son los principales reservorios de la enfermedad y eliminan las leptospiras por la orina contaminando el medio ambiente. Los animales domésticos más afectados son los perros, bovinos, porcinos y equinos.
Tienen riesgo de enfermarse las personas que han estado en zonas inundables o que en actividades recreativas y/ o laborales, estén en contacto con agua de arroyos, lagunas, zanjas y fundamentalmente en agua estancada. Es posible adquirir esta enfermedad por contacto de la piel o mucosas con barro, suelos y materiales húmedos (escombros, basura), contaminados con orina de animales.
Desde Salud Pública se pide estar atentos a síntomas. El ser humano se infecta por exposición al agua o consumo de alimentos contaminados, desarrollando síntomas similares a un síndrome febril/gripe (período de incubación de 1 a 2 semanas). En los casos graves y complicados puede presentarse compromiso pulmonar, renal, hepático o meníngeo.
En cuanto al diagnóstico, precisaron que ante los síntomas se debe consultar precozmente al centro de salud o al hospital más cercano donde el médico, luego de un examen, solicitará pruebas de laboratorio para confirmar o descartar el diagnóstico. Esta enfermedad tiene tratamiento y el mismo se realiza con antibióticos. El pronóstico en general es bueno, pero existen casos graves.
¿Cómo prevenir?
La prevención se logra fortaleciendo la higiene en el hogar, además de combatir roedores en domicilios y alrededores y tapar los orificios de las viviendas por donde puedan ingresar estos animales. Para la limpieza de superficies contaminadas es recomendable utilizar una solución de 1 parte de lavandina cada 9 partes de agua.
También, es importante evitar el contacto con agua estancada, utilizar medidas de protección adecuadas cuando se trabaja en zonas de riesgo: botas y guantes y mantener patios y jardines limpios. A ello hay que sumar, desmalezar terrenos baldíos, tapar los orificios del hogar por donde puedan ingresar los roedores.
Es fundamental, eliminar basura y escombros, acondicionarlos para que no se transformen en refugio de roedores, colocar la basura en recipientes con tapas ajustadas taparla para evitar que sean fuente de alimento para roedores, cerdos, etc.
Además, hay que realizar la inmunización para proteger a los animales domésticos y de interés económico. La vacunación se recomienda en zonas endémicas y/o inundables.
En caso de animales domésticos infectados, aislarlos o separarlos de los demás y consultar a sus veterinarios. El veterinario diagnosticará la leptospirosis con base en los antecedentes de exposición, los síntomas y una prueba de sangre y/u orina.
Los excrementos provenientes de animales domésticos deben ser recogidos diariamente y ser
dispuestos de forma tal de evitar la contaminación del ambiente. Hay que disminuir en lo posible el contacto directo de los animales enfermos, se recomienda un correcto lavado de manos, especialmente después del contacto con estos.
Al ser la leptospirosis una zoonosis es de suma importancia recordar que, ante un síndrome febril inespecífico, debe realizar la consulta médica correspondiente. Para su diagnóstico y tratamiento oportuno.