
Las infecciones respiratorias agudas son las que comprometen parte del sistema respiratorio y que son originadas por virus o bacterias capaces de provocar cuadros clínicos de diversa complejidad como la influenza, bronquiolitis y neumonía. A la vez, se recuerda que la prevención se logra teniendo en cuanta lo siguientes puntos: al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo; tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos; ventilar los ambientes (cada 3 horas aproximadamente durante 20 minutos) y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados; y mantener limpios picaportes y objetos de uso común.
Además, aconsejan no compartir cubiertos ni vasos; enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón en la escuela y hogar. La higiene de las manos debe consistir en el lavado por 15 a 20 segundos, o el uso de otros procedimientos estándares de desinfección; no automedicarse; mantener esquemas de vacunación al día y consultar con su médico.
Vacunación Antigripal
La vacuna Antigripal cepa 2024 cubre las cepas de los virus más frecuentes en el hemisferio sur del año anterior; influenza: A (H1 N1), A (H3N2) Influenza B. Las personas del grupo de riesgo son: bebés entre 6 y 24 meses (deben recibir 2 dosis si es la primera vez que se vacunan); personas gestantes en cualquier trimestre del embarazo; puerperio, si no recibieron la vacuna durante el embarazo, dentro de los primeros 10 días posteriores al parto; personas mayores de 65 años y personal de salud.
Las personas con condiciones de riesgo entre 2 y 64 años son: enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas (personas viviendo con VIH, pacientes recibiendo tratamiento con corticoides a altas dosis), pacientes oncohematológicos y trasplantados, otros (personas con Obesidad, Diabetes, Insuficiencia Renal, Retraso Madurativo). Se recuerda que necesitan prescripción médica la población de 2 a 64 años y que en la prescripción indique a cuál enfermedad de riesgo pertenece.