Y si, no fue una novena tradicional como años anteriores, en esta oportunidad ni siquiera el agasajado estuvo en su casa. Demás está decir que la Parroquia ingresó en una etapa de ampliación y remodelación que lleva adelante el gobierno provincial para recuperar un patrimonio histórico y cultural como lo es el edificio de la Parroquia ubicado en pleno centro.
A esto se le sumó lo que nadie esperaba, un mundo convulsionado por un virus que tuvo su inicio allá lejos, en China a principios de año. De esta salimos todos juntos, dicen, o por lo menos eso es lo que esperamos.
Yendo a lo religioso, muchos se preguntaban que iba a pasar con las misas, porque las iglesias también se cerraron. Y allí empezó a surgir la idea, porque no transmitimos por las redes sociales. Que hoy te permiten hacer una transmisión desde cualquier lugar, siempre y cuando tengas una buena conexión a internet. A sabiendas que también había mucha gente que no iba a poder acceder, porque no tienen los recursos o porque son mayores o simplemente porque no están familiarizados con la tecnología. Y allí la radio juega un papel fundamental llegar a los hogares donde internet no llega.
Y así comenzó un trabajo detrás de las pantallas de los celulares, ad honorem, si, pero redituable desde la Fé, sabiendo que muchos esperaban atentos las transmisiones a través de las redes y la radio. Y así fue, desde temprano varias personas se alistaban día tras día, para armar todo el equipamiento y así poder salir con una buena calidad y audio, para los fieles televidentes y oyentes. A esas personas que hicieron todo lo posible para trasmitir, nuestro respeto y consideración.
En medio de una fiesta patronal que solía reunir a cientos de fieles, la gente tuvo que conformarse con verlo por internet y escucharlo por radio, inclusive la Santa Misa del 24 que celebró el Obispo del Diócesis Monseñor Gustavo Montini.
Pero la pandemia no pudo con la Fé, la gente igual vivió la novena patronal como si estuviera presenciándolo, igualmente colaboró como todos los años, adornó e iluminó sus veredas y frentes cuando pasó la caravana, también lo acompañó con sus vehículos por los barrios de la ciudad, fue hasta donde estaba la imagen del “Sanjuancito” peregrino teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad y sin tocar la imagen.
En síntesis, fue una novena y fiesta patronal atípica, pero con la misma Fé de siempre.