Así lo expresó el Párroco Carlos López en el inicio de la Cuaresma. Durante su Homilía en Santa Rita, López reflexionó sobre la importancia de la Cuaresma que muchas veces se ve reducido a un simple ayuno de no comer carne.
En este sentido expresó que “la Cuaresma no es solo no comer carne, no es lo central” y se refirió al Evangelio cuando “nos dice que la cuaresma es un camino que tiene tres patas, el ayuno, la oración y la limosna, pero nosotros automáticamente decimos no comer nada de carne, y no es así”, eso es solo una ínfima parte de lo central explicó y señaló que “es preferible mordernos la lengua, es el mejor ayuno que podemos hacer, aunque comas asado”. Y continuó diciendo que “no hables de nadie, porque siempre cuando hablamos de alguien hablamos mal, y en vez de estar hablando del otro hablemos de nuestras cosas con Dios, y dejemos de dar tanta vueltas".
Por último, el Párroco de San Juan Bautista reflexionó que “es muy importante el principio de la cuaresma, la imposición de las cenizas, nos remonta a que polvo somos y en polvo nos convertiremos, y el Covid nos vino a recordar eso, nosotros que nos creímos súper todo, un virus minúsculo, nos vinos a recordar que no somos tan todo”.
La Cuaresma es un periodo de 40 días en el que los fieles católicos se preparan para la Pascua, que inicia el Miércoles de Ceniza y finaliza el Domingo de Resurrección. Para la iglesia es un periodo de preparación, purificación, reflexión y conversión espiritual. Durante este tiempo se hace un llamado a guardar ayuno y oración. La duración es en alusión a los 40 años que pasó el pueblo de Israel en el desierto con Moisés y los 40 días que pasó Jesús en el desierto antes de iniciar su vida pública, así como la duración del diluvio.