El conocido Prof. Luis Meza contrajo la enfermedad coronavirus, y hace una semana tuvo que ser trasladado al Hospital de Campaña debido a un principio de neumonía, con afectación bilateral de un 30% de sus pulmones. Hoy recuperado y de vuelta en su domicilio, escribió un emotivo mensaje sobre su paso por el lugar, haciendo hincapié en la buena atención del personal y sus instalaciones, destacando además la importante inversión del gobernador Valdés en dicho hospital, priorizando como siempre la salud de los correntinos.
A continuación, compartimos, su publicación realizada en Facebook:
HEROES SIN ROSTRO QUE TE HACEN SENTIR UN PRIVILEGIADO
Me toco afrontar una situación de Covid-19 positivo, principio de neumonía, con afectación bilateral de un 30% de los pulmones, por lo que los médicos de Ituzaingó decidieron mi traslado al Hospital de Campaña de Corrientes, Capital.
Debo admitir, que al buscarme la ambulancia en mi casa, al despedirme de mi señora y mi hija, sin el acostumbrado abrazo y beso de afecto mutuo que nos prodigamos, las miradas eran de angustia y la incertidumbre se apodera de todo tu ser, las lágrimas iban por dentro, no podía mostrarle a ellas que en ese momento me sentía frágil, y las dudas se profundizan más aún cuando al subir a la ambulancia, el enfermero con un trato absolutamente cordial me dice “Luis tengo que hacerte una vía, es el protocolo”, el viaje hasta Corrientes hace que todos tus miedos vayan surgiendo cada vez con más fuerza.
Ingreso al Hospital de campaña, cumpliendo con el protocolo administrativo, al sector de emergencia, sería el primer encuentro con los “HÉROES SIN ROSTRO”, un doctora y un enfermero, enseguida llega otro, te dan la bienvenida, ¿bienvenida?, si parece paradójico, vos llegas a internarte y ellos te dan un cordial trato que es una bienvenida, “Hola Luis, cómo estas, quédate tranquilo, acá nosotros nos vamos a encargar de que vos estés muy bien y vamos a cuidar de tu salud”, mis dudas estaban más presentes que nunca, pero de repente pisaron freno a fondo, enfrente comenzaba la tarea de ellos “LOS HÉROES SIN ROSTRO”.
Todo sucede muy rápidamente, extracción de sangre arterial, hisopado nasal, traslado al sector de tomografía, diagnóstico confirmado, principio de neumonía, con afectación de entre un 25 a 30% de los pulmones. “Bueno Luis, el doctor dice que te vas a quedar unos días con nosotros, pero vos tranqui, vas a ver que acá te vamos a cuidar bien”, me dice el enfermero, mientras me traslada a lo que sería mi lugar de residencia por una semana, tiempo que duro la internación.
Clínica médica, sector AG6, pabellón con unas 20 camas ocupadas, y lo primero que observo es que cada una cuenta con su sistema de oxigenación propia. Un concierto de tos me recibe, y las dudas vuelven, debo confesar que mi condición nunca fue crítica, y al poder palpar de cerca lo que pasaba allí dentro te hace conocer y cobrar real dimensión de lo que este maldito virus le hace a las personas. Ahí, al ver a mis ocasionales compañeros de internación, cobre conciencia de lo que es que a una persona le falte el oxígeno para respirar. En algunos casos es angustiante, y te desesperas de ver como sufre el otro.
Sin embargo, en la sala se desata lo que me animo a denominar “un tsunami de atención personalizada”. Es que el desfile de los “HÉROES SIN ROSTRO” es incesante.
Los enfermeros te realizan seis monitoreos diarios con un equipo que mide a la vez la saturación de oxígeno, estado febril y presión arterial. Dos veces por día, y en aquellos caso de necesidad hasta cuatro, te miden el nivel de glucemia, que si llegara dar un valor alto, de manera inmediata le aplican insulina, como así también la medicación es inmediata si hubiera estado febril o alta presión arterial.
Apenas ha pasado uno de los monitoreos y aparece el kinesiólogo/a, examina la saturación de oxígeno y trabaja con una paciencia infinita con cada uno de los pacientes. Detrás comienza la primer ronda de examen de los médicos, he llegado a contabilizar de tres a cuatro controles diarios. Y luego aparece el Psiquiatra, para también tomarse todo el tiempo del mundo y dialogar con cada paciente, observas detenidamente y los tratan como si los conocieran de toda la vida, médicos, kinesiólogos, psiquiatra, enfermeros. Tu incertidumbre, tus dudas, no desaparecen, pero acaban de recibir tan tremendo golpe que comienzan a alejarse muy lentamente. La sensación de sentirte cuidado, protegido, contenido, y lo resalto con mayúscula “MIMADO”, hace que tu estadía en ese lugar adquiera la dimensión de “privilegio”, aunque suene contradictorio quizá, “estar internado” en ese lugar se convierte en “un privilegio”.
Párrafo aparte para la GENIA TOTAL, la kinesióloga “Charo Escobar” que al finalizar su atención se para en el medio de la sala y dice “bueno ahora les voy a cantar”, y con una voz sencillamente espectacular interpreta a capela “Basilio Mago”, emocionante, apoteótico, las lágrimas son indisimulables en los rostros y alguien hasta se anima a un Sapucay. Entienden ahora lo de que quiero expresar, aunque suene contradictorio, que al estar internado en ese lugar te hacen sentir que sos un privilegiado.
No puedo dejar de hacer mención a la limpieza del lugar, la sala impecable. Y un dato no menor, los sanitarios pulcros y con aroma a desodorante, cuentan con duchas de agua fría y caliente, cada baño está provisto con su papel higiénico. El lavamanos común cuenta con el dispenser de jabón líquido y toalla de papel para la mano. Y como si estuvieras en un hotel a punto de entrar a la pileta climatizada, en el pasillo antes de entrar al baño para darte una ducha tenes a tu disposición, batas sanitarias y toallas herméticamente envueltas en un plástico para tu uso individual, que luego de usar lo depositas en un tacho especialmente destinado para eso.
A los médicos que noche a noche llamaban a mi señora brindándole el parte diario de mi estado evolutivo. A las 20, a veces las 21, otra a las 22 y hasta a las 23 horas llegaron a llamar, pidiendo disculpas por llamar a esa hora, porque había muchas familias a la que informar. Por favor SEÑORES DOCTORES, disculpas porqué, ustedes no se imaginan el valor que tiene para un familiar que está a 300 kilómetros recibir su llamado. Gracias totales.
Quiero detenerme aquí y también hacer un párrafo aparte, para destacar lo que entiendo es tomar decisiones que se enmarcan dentro de una “Política de Estado”. Indudablemente el Gobernador de la Provincia, el Dr. Gustavo Valdés, junto a todo su equipo, tomó, reitero sin lugar a dudas, unas de las decisiones más acertadas de su gobierno, al priorizar una inversión millonaria, que por lo descripto más arriba demanda además una inversión diaria de la cual admito no tener ni siquiera la más mínima y pálida idea de su verdadera dimensión, para el cuidado y protección de nada más y nada menos que “la salud de todos los correntinos”, que quedará para “todos los correntinos”, y que la inversión realizada se enmarca dentro de la creación del Fondo de Desarrollo de Garantía y Sustentabilidad y Anti cíclico, de tal manera que está previsto y no altere el normal funcionamiento de los mecanismos del Estado, señores esto es tener visión de estadista. Y para corroborar lo que estoy diciendo, le comento señor Gobernador, a su equipo y a los “HÉROES SIN ROSTRO”, el comentario que realizaban mis ocasionales compañeros de internación, era unánime, “vamos a hacer conocer esto cuando salgamos, en ningún lugar vamos a estar mejor atendidos” y al hablar con sus familiares les decían “Si tienen síntomas, si les pasa algo pidan que les traigan acá, no te imaginas como te atienden, es el mejor lugar para estar en estos casos”.
Luego de una semana de internación, mi evolución fue muy satisfactoria, mi organismo respondió muy bien a la medicación de base, no hubo necesidad de plasma, ni suero equino. En esto fue fundamental el asesoramiento de mi hermano Marcos, enfermero universitario él, los médicos y enfermeros de Ituzaingó, Call Center de Ituzaingó, que me asesoraron y trabajaron de manera preventiva para que la pulmonía que me afecto no llegara a porcentajes más riesgosos. Señalo esto porque les puedo asegurar, que, así como describí aquí mi admiración por la atención recibida, he podido comprobar en primera persona lo que significa que un ser humano sufra por la falta de oxígeno. Les puedo asegurar que es una experiencia horrible, que la sufrí al ver a quienes estaban a mi lado. Cuídense mucho cada uno, y a sus familias, a sus mayores adultos, son los que más sufren. Recurran rápidamente a la consulta, te salva la vida.
Quiero cerrar expresando mi más profunda admiración y agradecimiento a todos y cada uno de esos “HEROES SIN ROSTRO”, por su esmerada atención, por su cariño, por su contención, por su entrega, por su dedicación, por poner en riesgo su vida, y la de su familia, día a día por la de un semejante.
Dios y la Madre María de Itatí los proteja y bendiga.
Prof. Luis Emilio Meza
Por último, a modo de posdata, pidió a todos los que comenten, que obvien saludar o referirse a su persona, y dejen su saludo o palabra de aliento a “los HEROES SIN ROSTRO, pues es mi intención hacerles llegar este escrito y si va acompañado de sus saludos mucho mejor. Ellos son los que realmente se lo merecen” escribió.