El intendente Juan Pablo Valdés junto a miembros de su gabinete, participaron del Solemne Tedeum en la iglesia San Juan Bautista, a cargo del Párroco Solidario Francisco Lucardi.
A continuación, transcribimos la Homilía del Padre Francisco:
“Queridos hermanos… como siempre les invito a dejar que la Palabra de Dios que hemos escuchado penetre hasta lo más hondo de cada uno de nosotros y nos recree…
De mi parte, simplemente un eco de lo que ha dejado en mí… Principalmente una palabra:
“Confianza”.
Confianza pues, sin miedo a los poderes del mal, como nos decía la primera lectura: “no te dejes intimidar por ellos, pues si no Yo mismo te intimidaré ante ellos”. Y esto de tal modo que podamos repetir, en nuestro interior, junto con el poema “Invictus”: “soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”.
Firmes, y seguros, pero sin arrogancias, procediendo siempre con el Santo temor de Dios, que es principio de la Sabiduría. Santo temor de Dios que no es miedo a Dios sino temor de ofenderlo o de perderlo, recordando que todos compareceremos ante Él –fuente de toda razón y justicia- para dar cuenta de nuestras obras.
Confianza, pues, para que, como reza la exhortación de la Comisión Argentina de Justicia y Paz, se pueda “reconstruir la confianza en nuestro país y con ella, el sentido de pertenencia; generando un acuerdo político y social, con primacía del bien común por sobre los intereses sectoriales”
Confianza en ese Dios que hizo nacer a nuestra Argentina bien cristiana y colmada de valores humanos y divinos…
¡Confianza como demostraron los apóstoles cuando veían que la barca estaba a punto de zozobrar y tras ese “silencio, cállate!” del Señor, constataron la total calma de un mar que parecía a punto de hundirlos…
Y antes y después, la obediencia de ponerse a remar, y de seguir remando para alcanzar la otra orilla.
Creer en Dios, en nosotros, y poner los medios.
Que Dios nos lo conceda, a cada uno, según la fe con la que se lo pedimos…
Así sea…”