La exposición de imágenes se lleva adelante en el Museo Antropológico de esta ciudad, con imaginería religiosa de los siglos XVIII, XIX y XX, en el marco del proyecto de rescate y puesta en valor de la memoria jesuítico-guaraní. La muestra se encuentra en uno de los pasillos del Museo, y se puede ver en los horarios de9 a 12 y 16 a 20 hs.
El Dr. Ivan Bondar Director de Museos de Ituzaingó habló con el territorio sobre la muestra y contó que “esto se inicia como parte del rescate y recuperación de la memoria jesuítica guaraní en el campo de la imaginería religiosa”, fue ahí cuando empezaron a trabajar fue “un desafío localizar las imágenes de este periodo en Ituziangó, trabajamos fundamentalmente con la colección de imágenes de la parroquia San Juan Bautista, de donde podemos ver la Inmaculada Concepción de madera y de piedra, la imagen de la virgen dolorosa, el San Antonio y el Niño de Praga, entre otros imágenes todas de madera y restauradas”
En la muestra también se incluyen otras imágenes de algunas vírgenes y pesebres de la época, como así también candeleros utilizados en la primera capilla. Bondar también destaco que existen muchas imágenes más en domicilios particulares, como el San Miguel Arcángel, San José, entre otras. A continuación algunos detalles de las imágenes expuestas:
San Antonio: procedencia del siglo XVIII, de madera original tallada policromía no original. Medida 100 cm. Santo Franciscano con habito de la orden.
Virgen Dolorosa: de postrimerías del siglo XVIII, de madera tallada, policromía no originaria, ojos de cascarón pintados por fuera. Medida 123 cm. Imagen de vestir con cuerpo semimodelado y armazón de listones, si bien aparece vestida con túnica y manto de terciopelo negro como dolorosa puede tratarse de otra advocación mariana pues la serena expresión del rostro no condice con la de dolor que le es propio.
San José con Niño: imagen de madera policromada, procedencia siglo XVIII, altura de 29.5 cm. Posee los brazos desmontables, presuntamente el niño llevaría en su versión original un mundo entre las manos. Se narra que fue hallada por el estanciero Santiago Miño en el tronco de un espinillo aproximadamente en 1870. En honor al hallazgo impone el nombre de San José a esa estancia. Fue traída a Ituzaingó en 1978 por Francisco Benítez padre del custodio actual Néstor Benítez.