
Este tradicional festejo que se realiza todos los 1º de noviembre en solemnidad de todos los santos, es una tradición que se remonta a la Corrientes de fines del siglo XVIII en honor a los angelitos que partieron a un descanso eterno, y a quienes se les desea brindar un recordatorio alegre.
La costumbre consiste en un recorrido realizado por los niños vestidos de ángeles, que visitan las casas y comercios, ofreciendo bendiciones a cambio de golosinas, y que luego son retribuidos con versos, refranes y canciones.
Los niños partieron desde la Biblioteca Carlos Guido Spano y recorrieron casas y comercios de la zona céntrica, siendo recibidos con golosinas en cada parada de los angelitos.
Esta iniciativa en Ituzaingó se realiza con el objetivo de recuperar y revalorizar las prácticas culturales. Los presentes destacaron mantener viva esta tradición que muchas veces se ve amenazada por el avance de lo extranjero como el Halloween.