A fines del mes de marzo el río Paraná en la región comenzará a ascender levemente, en el actual contexto de bajante histórica que ya lleva más de dos años. Esto obedece en primer lugar a un factor natural: las lluvias caídas en la cuenca alta, las que siguen siendo inferiores a lo normal. Pero también se debe a un factor antrópico: la mayor apertura de las compuertas de las represas ubicadas aguas arriba. Toda esa agua viajará por el Paraná y llegará a la zona a fines de marzo, para ocasionar un repunte artificial del río.
Las represas hidroeléctricas brasileñas y Yacyretá (argentino – paraguaya) permanecieron durante los últimos meses con las compuertas parcialmente abiertas, erogando menos caudales. Esto permitió la recarga durante el actual período húmedo, el que en condiciones normales continuaría hasta mayo. El almacenamiento del agua de las lluvias en los embalses es "del orden del 52%", según se informó desde Yacyretá, "habiendo evolucionado positivamente durante los últimos 3 meses, prácticamente duplicando el volumen existente hacia finales del mes de octubre 2021 (situación más crítica verificada)".
Navegabilidad
Comúnmente el agua almacenada es descargada en los meses posteriores a mayo, durante el denominado "período seco". Pero ante la grave situación provocada por la bajante histórica del Paraná, y ante la necesidad del tráfico fluvial comercial, se decidió abrir un poco más las compuertas en los próximos días. Esta será la cuarta vez que se realizará esta operación denominada "ventana de navegación" durante la bajante.