El gran acordeonista Julio Lohrmann falleció a las tres de la madrugada de un 28 de mayo del año 2008 en Posadas, a causa de un cáncer terminal. Chaqueño de nacimiento y misionero por adopción, el bandoneonista labró una fructífera trayectoria nacional.
Lohrmann fue discípulo de Isaco Abitbol y admirado por músicos como Raúl Barboza. Dirigió durante años la Orquesta folklórica de Ituzaingó.
La historia arranca a los 14 años cuando Isaco Abitbol lo llevó desde Oberá, donde vivía con la familia, hasta Buenos Aires, donde entonces la música argentina predominaba en las radios, la TV y en las peñas o salas de espectáculos en vivo.
Fueron tres décadas las que el joven bandoneonista estuvo con el “Patriarca del Chamamé”, integrando el “Trío de Oro” con Isaco y el santafesino Roberto Galarza. Tiempo después fundó en Ituzaingó (Corrientes) la Orquesta Folklórica Municipal.
Su padre, era entrerriano, trabajaba en la Policía y también era bandoneonista “vocacional”; su madre, Celestina Vallejos, correntina de Empedrado, era ama de casa y quien le prestaba a Julio el bandoneón del padre a hurtadillas.
En la tierra colorada, Lohrman vivió en Leandro N. Alem y en Oberá. Allí dio sus primeros pasos en la música, en el ámbito del tango, integrando la “Orquesta Típica y Regional de Oberá”, habiendo estudiado bandoneón con el maestro Ricardo Vuori.
Sus restos descansan en el cementerio La Piedad de ésta ciudad.