Una nota publicada en el diario español La Vanguardia compara al parque argentino con el célebre Serengueti africano. Con el título “Esteros del Iberá, el Serengueti argentino”, una nota publicada en el diario español La Vanguardia (de Barcelona) destaca que este Parque Nacional ubicado en la provincia de Corrientes, de más de 700.000 hectáreas, “es uno de los mejores lugares de Sudamérica para el fácil avistamiento de fauna salvaje”.
Y menciona que “se trata de un enorme territorio inundable en el tramo alto del río Paraná. Los esteros que le dan su popular nombre son terrenos bajos pantanosos que se inundan por la filtración del cauce fluvial cercano”.
En una comparación con el Serengueti, el más famoso sitio de África para avistar fauna(ubicado entre Kenia y Tanzania), la nota destaca que “el paisaje (de Iberá) es una llanura inmensa, de luz cegadora y territorio repleto de agua cristalina por el que deambulan los animales silvestres en grandes cantidades. Los safaris por este espacio protegido son muy agradecidos, pues a cada minuto se tiene un tropiezo con una especie diferente”.
Señala también que “ensombrecida por la celebridad de las cataratas de Iguazú, los viajeros pasan de largo por la provincia de Corrientes y suelen ignorar este espacio protegido asombroso, el único del subcontinente que ha conseguido recuperar fauna extinta que hacía décadas que no se veía por allí, como el guacamayo rojo o el oso hormiguero gigante. El proyecto de recuperación del yaguareté, la forma local de nombrar al mítico jaguar, ha dado su fruto con el nacimiento de las primeras crías, y pronto el esquivo felino podría ser un habitante más de Iberá”.
Destaca que el sistema de visitas al parque está “bien regulado, con unas puertas de acceso que controlan el paso de vehículos. Los entusiastas y bien preparados guardas dan cuenta de las normas que se deben cumplir –entre ellas, no nadar en las apetecibles aguas por la presencia de pirañas–, cómo guardar la prudente distancia con los ubicuos yacarés que se hallan por doquier tomando el sol o la manera de contemplar los ciervos de los pantanos sin asustarlos. La presencia de las capibaras (carpinchos) es tan masiva que parecen adorables perros, aunque se trate del roedor más grande del mundo, un animal de piel preciada que puede llegar a pesar 65 kilos”.
El parque tiene accesos oficiales por los portales San Antonio, Carambola, Río Corriente, CapitaMiní, Galarza y Laguna Iberá, dice la nota firmada por Sergi Ramos en La Vanguardia. “Precisamente este último es uno de los más populares, pues se organizan excursiones en barca por la laguna y también hay empresas que ofrecen realizar excursiones a caballo, un medio ideal para moverse por el terreno pantanoso”, añade.
“Hay, además, numerosas maneras de entrar a la reserva por otros caminos, pues muchas estancias y granjas siguen funcionando en su interior. Pero por la extensión del terreno, para no introducirse en pistas (caminos) en mal estado y, sobre todo, para respetar las normas de protección, lo recomendable es hacerlo por alguno de los accesos regulados”.
Desde Posadas y Corrientes
El artículo apunta que hay zonas establecidas por las autoridades del parque para descanso y picnic, “sitios donde inevitablemente los argentinos organizan un asado. Mientras la carne se tuesta sobre las brasas, apenas hay que dar dos pasos para avistar muchas de las especies que se refugian aquí (más de 350 de aves y 50 de mamíferos)”.
Finalmente, destaca que las ciudades más importantes de referencia de la zona son Posadas y Corrientes, y que todas las agencias de viajes de ambas organizan excursiones a la reserva. “No es conveniente adentrarse conduciendo por cuenta propia, se requiere un vehículo 4x4, y en caso de avería, no hay señal telefónica ni de Internet para reclamar ayuda”.
Fuente: Clarin