Así lo señala el diario Perfil en su edición de fin de semana. Desde Sudamérica hasta Pakistán, pasando por Europa y África, los amantes de la naturaleza y los parajes inhóspitos tienen opciones más que interesantes para su próximo viaje.
Algunos más clásicos, otros más insólitos, los aficionados a la aventura siempre tendrán opciones de sobra a la hora de pensar su próximo viaje. A continuación recomendamos cinco destinos que dejarán más que conforme a cualquiera:
Trekking alrededor del K2: En Pakistán se encuentra uno de los escenarios montañosos más impactantes del mundo. Al recorrer esta zona uno puede disfrutar de paisajes abruptos y salvajes entre glaciares y algunas de las más altas montañas del globo, con unas vistas espectaculares desde Concordia, el mítico cruce de los glaciares Baltoro y Godwin-Austen.
Safaris por África oriental: Una manera muy recomendable para conocer la belleza natural de África. Kenia, Tanzania y Zanzíbar se destacan por sus parques nacionales y reservas naturales, que ofrecen diferentes recorridos y formas de conocerlos, incluso vuelos en globo o avioneta.
Por las rutas de Sudamérica: Nuestro continente ofrece una cantidad de atractivos interminables. Las posibilidades son varias, pero el norte argentino siempre es un buen punto de inicio, de ahí Brasil, Perú, Bolivia y Chile son infaltables en la ruta de viaje. Las cataratas del Iguazú, el desierto de Atacama, el salar de Uyuni, los esteros del Iberá o la Quebrada del Humahuaca, son algunos de los paisajes naturales que justifican esta travesía.
Auroras boreales en la Laponia finlandesa: Observar las auroras boreales depende mucho de la suerte, pero Saariselka, a unos 200 kilómetros al norte del Círculo Polar, en la Laponia finlandesa, es uno de los lugares donde estadísticamente es más fácil verlas. Alrededor del equinoccio de marzo es cuando mayor probabilidades de observación hay.
Un viaje al pasado en Irán: Este país, que en occidente tiene una imagen muy negativa, en realidad cuenta con un legado cultural inigualable. Al adentrarse en su territorio uno puede descubrir la antigua Persia a través de las ciudades de Isfahán y Yadz, el yacimiento arqueológico de Persépolis. Además, otro de los grandes atractivos de esta nación es su gente, que derrochan hospitalidad y atención, haciéndolo sentir al visitante como si estuviera en su propia casa.