Estos caracoles habitaban principalmente en la zona de los rápidos de Apipé, y en base a investigaciones iniciales realizadas previo al llenado del embalse, por el Lic. Manuel Quintana (Museo Bernardino Rivadavia) a principios de la década del 90, se determinó que corrían riesgo de extinción. Por ello se inició un amplio trabajo de recolección de ejemplares en la zona, desde los rápidos de Apipé hasta San Ignacio.
En aquel momento se llevaron adelante tareas de recolección por medio del uso de rastras y buceo autónomo, los ejemplares...